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Noticias de la misión del Padre Bosco en la India con Dhiya.

Presentado por François Prouteau
El calvario del coronavirus hace estragos en todo el mundo y nos recuerda nuestra fragilidad humana.

Más del 50% de la población está sujeta a confinamiento, pero en condiciones muy diferentes según la región del globo. Dentro de los países, también son muy diferentes, y ya antes eran muy precarios para ciertas poblaciones, lo que no ayuda a su situación, ya sea aquí en Francia o en otros lugares.
Elegí esta noche para llevarte a la India. Como aquí, el confinamiento es obligatorio para toda la población. En muchas metrópolis como Bombay, las calles están desiertas. Pero quiero llevarlos esta noche al sur de la India, a Rajagopalaperi, al suroeste de Madrás. Tengo noticias por allá de la misión del Padre Bosco apoyada por la asociación dhiya en Francia, socia de Fondacio. Como aquí en Angers en Francia y en muchos países, el Padre Bosco estuvo ayer solo en su iglesia para la celebración de la Misa del Domingo de Ramos.

La misión del Padre Bosco y Dhiya incide en un entorno extremadamente pobre. Los niños viven con sus familias en “refugios” de hormigón de 10m2 sin agua, sin muebles. Duermen sobre la solera de cemento que cubre el suelo. En tales condiciones de vida, les resulta difícil permanecer encerrados en sus casas. La temperatura en este momento es de 35° a la sombra, y pronto subirá a 40°, obligando a la gente a tomar aire fresco. Para respetar el distanciamiento social, los aldeanos se sientan en los umbrales de sus puertas. Además, se ven obligados a salir a buscar el agua del grifo municipal o ir a los baños públicos.

Al carecer de educación, no comprenden completamente el peligro de contaminación para ellos o sus seres queridos. Para que los habitantes se mantengan alejados unos de otros y permanezcan con sus familias, se ha detenido el transporte público: no hay más autocares, trenes… limitando así los viajes.

Como en todos los lugares del mundo donde se decreta el confinamiento, las escuelas están cerradas por el momento hasta el 21 de abril. Solo permanecen abiertos supermercados, bancos y farmacias. Cierran todos los días a las 2:30 a.m.

Algunos alimentos empiezan a agotarse. Los habitantes avanzan hacia mayor pobreza o hambre.

En su bendición excepcional del 27 de marzo, el Papa Francisco oró por todos los pobres que ya no tienen trabajo. Este es el caso de los padres de los hijos de Dhiya.

Su situación ya era muy precaria, no hizo falta más que un “grano de arena” o, aún más pequeño, un “virus invisible” para desestabilizarla por completo: No trabajar es no comer.

Pensamos esta noche particularmente en ellos, allá, como en todos los que, aquí en Francia, viven en condiciones muy precarias, haciendo aún más insoportable el peso de la pandemia. Los llevamos en nuestro corazón y en nuestras oraciones.

Desde el confinamiento los más pobres de la India han perdido de la noche a la mañana sus escasos recursos. En este país, por la crisis sanitaria, millones de personas pasan hambre.
Las asociaciones Dhiya y Fondacio por Francia, ARECT por India, organizaron distribuciones de alimentos en Rajagopalaperi, en Tamil Nadu, donde ya aseguran una acción educativa, para evitar esta catástrofe en el pueblo.
La segunda distribución tuvo lugar el 4 de mayo de 2020. ¡Mira el video a continuación!

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