La historia de Oasis
Oasis inició sus acciones en el territorio de San Isidro (Bogotá-Colombia) en 2011, por iniciativa de Fondacio Colombia y la Fundación Colegio Emilio Valenzuela, bajo la dirección de Sandra Ardila y Gustavo López, cofundadores y directores de la institución, quienes iniciaron esta labor ofreciendo una oportunidad a jóvenes en riesgo social.
En sus inicios, Oasis ofrecía a adolescentes y jóvenes una forma alternativa de ocupar su tiempo libre con jornadas de actividades deportivas y artísticas. Hoy, Oasis ha ampliado sus acciones y atiende a otras poblaciones del territorio como adultos, adultos mayores y familias, instituciones aliadas del sector y la escuela distrital de la región, apoyando temas educativos y ambientales.
Nuestra identidad
Oasis tiene una doble vocación: tanto para su propio equipo como para la comunidad vecinal con el objetivo último del desarrollo sostenible.
Promoviendo el descubrimiento de uno mismo y de quienes le rodean, Oasis es un lugar de desarrollo personal y profesional.
En cada uno de sus proyectos para la comunidad, Oasis también busca posibilitar el desarrollo autónomo de los beneficiarios.
Nuestro objetivo es apoyar a los beneficiarios, voluntarios y aliados en una dinámica que les permita pasar de la asistencia a la solidaridad, luego al desarrollo sostenible.
De esta manera, Oasis articula su acción social según la pedagogía de Fondacio: “ser uno mismo”, “ser con los demás”, “ser para los demás” en una relación de amistad a imagen de Jesucristo.
Nuestro método
El modelo de solidaridad inspirado en Fondacio consiste en la sinergia de las dimensiones individual, comunitaria y tecnológica en una dinámica de amistad.
Para lograr esto, Oasis construye alianzas con instituciones que brindan experiencia técnica, apoyo humano y/o financiamiento. La complementariedad entre Oasis y los socios implicados se ejerce a lo largo del proyecto:
• Upstream: permite el acceso de la población al servicio propuesto.
• Durante: promueve la correcta realización de la acción.
• Después: garantiza la sostenibilidad del beneficio prestado
Testimonio:
Adrien, 30 años, VSI, 2 años en Oasis
“Ya hace casi un año que partí a Colombia con mis 3 hijos y mi esposa Camille, quien trabaja como voluntaria en un centro para niños discapacitados en el sur de Bogotá.
En Oasis, soy responsable de las finanzas y también coordinador de la división de Medio Ambiente. Estoy encantada con mi misión: aquí estoy viviendo una experiencia de amistad y reciprocidad multicultural. Lo que realmente me gusta de Oasis es ser parte de un proyecto con un componente local tan fuerte. Trabajar en un barrio en el que nunca habría puesto un pie si no me hubieran enviado allí me parece una escapada increíble de la vida.
Cuando salimos en misión, muchas veces nos decimos que vamos a ofrecernos voluntariamente para cambiar el mundo, con muchos ideales; pero cuando volvemos nos damos cuenta que en realidad es nuestro mundo el que ha cambiado. Y creo que durante esta misión siento plenamente esta frase porque una experiencia en Oasis es una ruptura total con nuestra vida anterior: es una ruptura geográfica, una ruptura en la distancia de los seres queridos, así como en la forma de vida o la forma de trabajar, pero también una ruptura en el lugar de la propia implicación personal, emocional, en definitiva es un cambio enorme en comparación con lo que hacía antes. Ahora tengo una visión del mundo completamente diferente a la que tenía antes. Antes experimentaba ciertas cosas como si fueran imposibles de cambiar. Aquí me digo que en última instancia nada es imposible de cambiar. "
Obtenga más información sobre Oasis aquí:
https://www.oasisbyfondacio.org/copia-de-bienvenidos-a-oasis
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