“A todos los santificados en Cristo Jesús (…) gracia y paz a vosotros, de Dios el Padre y del Señor Jesucristo.” ¿Cómo puede resonar el saludo de San Pablo, allí donde “permanecemos” como pareja, en la visión de Fondacio?
Más que nunca, cuidamos los dos pilares de la pareja
¿Qué son la promesa y el pacto?
En cualquier contexto improbable, son los valores subyacentes los que constituyen una buena guía. La “promesa de nuestra pareja” se convierte en esto: ¿qué es lo que más deseamos haber experimentado que sea bueno, pase lo que pase?
En virtud de la alianza que nos une, y como familia (como en una comunidad), nos convertimos en miembros de la tripulación que copilotan un barco en medio de mal tiempo, ¡pero con el viento del Espíritu! “Según las Escrituras”, tenemos fe en que es posible cruzar. Un método práctico respalda esta promesa: día tras día: “Planificar, Ejecutar, Discernir, Ajustar”.
Cultiva también la conexión a través del bienestar:
Para apoyar la alianza, podemos mirarnos a los ojos y reflejar algo positivo, tomarnos de la mano, masajearnos los hombros, y/o reírnos un buen rato, probar una fruta, escuchar una canción, encender una vela en silencio: así vivir momentos de estar, juntos, enamorados, simplemente...
Sylvie BARTH, permanente y teóloga
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