¡Para un nuevo impulso! ¡Por un nuevo resurgimiento!
Más de 45 parejas participaron en esta sesión de 3 días, organizada por primera vez en el magnífico entorno de Les Tourelles en la Costa de Ópalo.
Una experiencia única inspirada en los 4 elementos
Agua: Fluidez en la comunicación y adaptabilidad de la pareja.
Tierra: El ancla y las bases sólidas de la relación.
Fuego: Pasión, energía y el poder del compromiso.
Aire: Respiración, apertura y el espacio necesario para que todos puedan florecer.
Estos elementos guiaron a cada pareja en una exploración de sus fortalezas, sus debilidades y sus proyectos comunes.
Un clima cálido y solidario
El ambiente era cálido y afectuoso. Testimonios, talleres y compartir en pequeños grupos permitieron a todos relajarse, enriquecerse con la perspectiva de los demás y avanzar juntos.
“Al principio no quería ir... así que invité a una amiga. Pero realmente me faltaba algo. Fue increíble... Los anfitriones son maravillosos y nos dieron la oportunidad de vivir muchas cosas. Nos escuchan y lo que compartimos es muy enriquecedor. Ya no tengo miedo de expresarme y dar mi opinión”. V.
Un momento destacado para todas las edades.
La sesión no sólo conmovió a las parejas, sino también a los jóvenes presentes, quienes vivieron un recorrido personal y espiritual.
“A los 13 años descubrí un poco más quién es Dios gracias a los testimonios y a la oración de la tarde que fueron tan hermosos. No tengo miedo de hablar de mi fe, de mis preguntas, de mis dudas... esto me permite avanzar en mi camino.”– A., 18 años
Tiempo precioso para avanzar juntos
Este tiempo elegido para dos fue una pausa esencial para amarnos, comprendernos y construir juntos. Ofreció a cada pareja un espacio para reflexionar, reenfocarse y renovarse.
Y tú ? ¿Alguna vez te has tomado el tiempo para invertir en tu relación?
Testimonio de Valérie y Emmanuel
Somos Valérie y Emmanuel, recién llegados al descubrimiento de la sesión de pareja organizada por Fondacio. Es gracias a Germaine y Marc, quienes nos introdujeron a esta maravillosa herramienta que es IMAGO, que nos atrevimos a superar las pequeñas resistencias, muy humanas, a la hora de afrontar una nueva experiencia. Y ese momento fue bueno y dulce para ambos.
Un ambiente propicio para la conexión
Tan pronto como llegamos, fuimos recibidos en un ambiente alegre y amigable. Todo fue preparado cuidadosamente:
Las pausas en la música y las canciones acariciaban nuestros corazones o nos transportaban a una expresión viva y entusiasta de estar allí.
Expresión a través de diferentes lenguajes: exploramos las palabras, el dibujo, la música, la belleza de un ramo e incluso la escultura.
Los ingredientes para una experiencia inolvidable estaban allí para hacernos sentir bien.
Un entorno inspirador y revitalizante
El lugar nos resultaba desconocido pero rápidamente lo conocimos. Este magnífico espacio al aire libre, bañado por el sol, nos ofreció la oportunidad de dar un pequeño paseo a modo de aperitivo, para reconectar con lo esencial.
¿El plato principal? Un largo paseo hacia el mar, donde cada etapa estaba puntuada por objetos insólitos y metafóricos. Nos permitieron revisar nuestra relación bajo una nueva luz. Nos dejamos llevar por el juego y eso le dio nueva profundidad a nuestra historia como pareja.
Nos sentimos acogidos con atención y amabilidad, en un ambiente donde cada uno podía expresarse libremente. Esta apertura al otro nos invitó a darnos espacio, tiempo y escucha… de ti a mí, de mí a ti. ¡Y se siente bien!
Una experiencia que nutre y transforma
Estos preciosos momentos, en nuestras vidas a menudo ocupadas, fueron un regalo de presencia.
Valoramos especialmente:
Preguntas abiertas que facilitan el diálogo sincero y profundo.
Tiempo de escucha para dos, privilegiado y valorado durante toda la sesión.
La invitación al perdón, vivida de diferentes formas y acompañada de momentos de oración inspirados en Taizé.
Pequeños grupos de intercambio, que nos permiten hablar con otras parejas y poner en palabras nuestros sentimientos.
Esta sesión fue un verdadero soplo de aire fresco:
Nos inspiramos a través de los testimonios conmovedores e inspiradores. Exhalamos planteando nuestros propios sentimientos, nutriendo nuestro “nosotros” a través del “yo”.
Un impulso para el futuro
Salimos con ese impulso de hacer vibrar a nuestra pareja, mientras la vida cotidiana a veces tiende a reducir estos momentos esenciales. Nos vamos con la convicción de que el diálogo verdadero es fuente de riqueza, en unos tiempos en los que la comunicación muchas veces se realiza a través de las pantallas. Nos vamos llenos de agradecimiento a los facilitadores, a las parejas presentes y a todos aquellos que contribuyeron a hacer de esta sesión una experiencia tan valiosa.
Prestar atención a uno mismo, mientras nuestro trabajo a menudo nos acerca a los demás.
Redescubrirse a uno mismo, mientras la rutina a veces se instala insidiosamente.
Tomarnos tiempo para estar plenamente juntos, y reenfocar nuestra pareja en lo ESENCIAL.
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