Congreso Fondacio. Nuestras acciones en América Latina
Después Togo, la primera fase de
El desafío urgente de salvaguardar nuestra casa común nos lleva a experimentar y buscar un desarrollo sustentable e integral. Construir un futuro mejor integra la crisis ambiental y el sufrimiento de los excluidos. La Encíclica Laudato Si 'de 2015 nos urge a convertirnos en una implicación de todos en la construcción del futuro del planeta y proponer una nueva forma de vida.
La conciencia creciente de una parte de la sociedad conduce a repensar el progreso hacia el bien común y el desarrollo humano sostenible e integral. Las causas humanas provocan la exposición a contaminantes, el cultivo de residuos y el cambio climático.
Es un problema global con graves consecuencias y es uno de los principales desafíos de la humanidad. Los cambios en el estilo de vida, la producción y el consumo son inevitables.
Fondacio quiere hacer su parte en el advenimiento de una cultura para enfrentar esta crisis, la búsqueda de soluciones y la asunción de responsabilidades frente a estos desafíos.
El surgimiento de un nuevo liderazgo debe abrir nuevas formas de construir soluciones a los problemas actuales de hoy y preservar a las generaciones futuras. Los jóvenes son particularmente sensibles a estos temas. Están dispuestos a comprometerse con una sociedad más inclusiva que se libere del mito moderno del progreso material ilimitado. Es incluso una forma atractiva y contemporánea de anunciarles la Buena Nueva.
No basta con reducir el compromiso ecológico con respuestas concretas a la degradación ambiental, el agotamiento de los recursos o la contaminación. Todo está vinculado. No hay una crisis medioambiental por un lado y una crisis social por el otro. Fondacio busca promover un cambio de perspectiva para una visión de la sociedad libre del paradigma tecnocrático. Este enfoque integral de la protección de la naturaleza y la protección de los más vulnerables fomenta una nueva síntesis para un entorno de vida más integral e integrado.
Saber maravillarse de la Creación, no ceder al cinismo imperante, experimentar la belleza son una fuerza para mirar lúcidamente el mundo tal cual es y atreverse a desafiar ciertos paradigmas dominantes. Vivir el mundo de una manera más integral con espacios de encuentro y diálogo entre diferentes personas está en el corazón de los principios clave extraídos de la encíclica Laudato Si 'del Papa Francisco:
Todo está vinculado. Las sociedades humanas y la naturaleza conviven en una "casa común". Vivimos el mismo destino: somos interdependientes. Nuestra visión del hombre debe tener en cuenta a todos los seres vivos, sin dejarlos atrás. El tema ecológico es fundamentalmente social. Estamos invitados a una experiencia de comunión entre nosotros y con la naturaleza en su conjunto.
Todo está dado. La creación y la vida deben recibirse como un regalo. Nuestra vocación no es ser dueños de nada ni dominar a nadie, sino ser buenos administradores responsables al servicio de toda la vida que se da. La tradición bíblica y el Evangelio nos dan la oportunidad de ver la creación como un regalo del Creador. Nuestra experiencia de la naturaleza es espiritual. Nos invita a contemplar y participar en la obra de la creación con Dios.
Todo es frágil. La fragilidad es constitutiva de la vida, de la naturaleza, de todo ser humano. Esto nos invita a crear espacios de diálogo para acoger e inventar la novedad que surge de esta fragilidad. La convivencia requiere diálogo tanto en el discernimiento para tomar decisiones como en la acción que es interacción. La fragilidad es un camino de corresponsabilidad, de fraternidad. Estar en el momento hace la vida imposible. Es el amor el que nos salva y nos da para vivir de verdad.
Ejemplos: