RCF: ¡Hola François! Con motivo del foro organizado por el CCIC con la UNESCO del que habló la semana pasada en esta antena (sobre RCF), ¿extiende hoy su reflexión sobre el futuro de la educación?
François Prouteau: La educación ocupa un lugar importante en la sociedad. Vemos durante estos largos meses de pandemia cuánto la educación es un bien preciado que no se puede poner en un segundo plano. Porque, a través de ella, se está preparando el mundo del mañana. Sin educación no hay futuro. Aprender a devenir es el tema central del informe de progreso sobre los Futuros de la Educación que la UNESCO publicó el pasado mes de marzo.
Al lanzar una reflexión y liderar un debate mundial sobre el futuro de la educación para 2050, la UNESCO toma nota de la necesidad de reinventar la forma de pensar sobre "la educación, el aprendizaje y el conocimiento", “en un mundo cada vez más complejo, incierto y frágil”.
Lo vemos con la crisis climática y ambiental, y también con la revolución digital, biotecnológica y de las neurociencias, como señala este informe de la UNESCO. Esta revolución, su objeto y su impacto, estuvieron en el centro de la primera sesión del foro, el pasado jueves, en webinar, organizado por el CCIC con la UNESCO. Podemos seguir estos debates en línea en Internet con este webinar organizado por el CCIC.
RCF: Entonces, ¿qué podemos decir en esta etapa de la reflexión sobre los “futuros de la educación” iniciada por la UNESCO para 2050?
Básicamente, se afirma la urgencia de un cambio de rumbo. Un primer paso es tomar nota de las profundas crisis actuales que sacuden al mundo entero, “crisis sanitaria, de gobernanza, económica y ambiental”. Al mismo tiempo, debemos "redefinir el humanismo para los futuros compartidos", es decir, "repensar la forma en que vemos nuestras interdependencias entre nosotros, pero también con el planeta y con la tecnología". Esto requiere un nuevo aprendizaje a lo largo de toda la vida y el “poder regenerador de la educación”. Es cierto que la educación no puede hacerlo todo, pero embarcarse en tal ambición con las naciones del mundo ya es una gran contribución; es una fuente de esperanza.
En términos de forma, el documento publicado el mes pasado por la UNESCO es un informe de progreso, lo que significa que en los próximos meses, otros trabajos seguirán alimentando esta reflexión que pretende fomentar nuevos aportes en la diversidad cultural y diferentes formas de concebir el acceso. al conocimiento y la educación, hoy y mañana.
La UNESCO llama a todos a contribuir a este desafío: "¡Debemos pensar juntos para actuar juntos y crear los futuros que queremos!"
Las contribuciones pueden enviarse a través de la plataforma en línea o por correo electrónico a futuresofeducation@unesco.org (en árabe, chino, inglés, francés, español o ruso).
“¡El proceso de consulta global ya está abierto! Todas las contribuciones se considerarán cuidadosamente y se incorporarán a la preparación del próximo Informe mundial sobre el futuro de la educación (que se lanzará en noviembre de este año con motivo de la 41ª Conferencia General de la UNESCO)”, asegura la UNESCO.
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