¿Qué pasaría si el cuidado de los vivos comenzara con la manera en que nos miramos a nosotros mismos, la manera en que escuchamos, la manera en que amamos?
Porque protegiendo la vida… aprendemos sobre todo a volver a celebrarla.
No se trata sólo de proteger el planeta.
Es también cuidar de uno mismo, de los demás y de todo lo que respira, crece, espera.
¿Qué pasaría si, en lugar de intentar “salvar” el mundo,
¿Aprendimos a amarlo verdaderamente, paso a paso?
Autocuidado: la primera semilla
Antes de cambiar el mundo, a veces necesitamos reducir la velocidad y reconectarnos con nosotros mismos.
Cuidarse no es egoísmo: es cultivar la tierra interior de la que nacen nuestros compromisos.
Medita unos minutos al día.
Acogiendo tus emociones sin juzgarlas
Asegúrate de tener un tiempo de descanso real
Porque un corazón cansado ya no tiene fuerzas para amar,
pero un corazón en paz... puede mover montañas.
Cuidar a los demás: construir vínculos de convivencia
Vivir es también la riqueza de las relaciones humanas.
Cada mirada amable, cada escucha sincera alimenta algo esencial en el otro.
Ofrecer una palabra de aliento
Tómate el tiempo para escuchar realmente
Realizar actos gratuitos de bondad
Fondacio, creemos que la fraternidad es una fuerza ecológica: regenera corazones… y nos hace querer cuidar el mundo juntos.
Cuidando la Tierra: Reconectando con la Fuente
Proteger nuestro planeta nunca debería ser una opción.
Pero una expresión natural de nuestra gratitud hacia aquello que nos sostiene y nos nutre.
Reducir nuestros residuos
Consume productos locales y de temporada
Reparar, reutilizar, transmitir
Cada gesto cuenta. Incluso uno pequeño.
Porque la vida es un tejido frágil... y cada hilo que conservamos fortalece el conjunto.
MIVO & SICHEM: cuando la ecología se hace humana
En el centro MIVO de Benín, ayudamos a niños, jóvenes y mujeres vulnerables a recuperar la confianza, la dignidad y la autonomía:
Talleres artísticos y de expresión
Apoyo psicosocial y educativo
Concienciación sobre el medio ambiente y la ecología cotidiana
En el centro SICHEM de Togo, los jóvenes se forman en profesiones agroecológicas:
Horticultura, compostaje y autonomía alimentaria
Cooperación, solidaridad y responsabilidad
Estos lugares encarnan nuestra convicción: la Tierra se regenera cuando los seres humanos resurgimos, juntos.
¿Y si fuera tu turno?
Cuidar la vida no es una tarea reservada para expertos. Es una postura del corazón, accesible para todos. ¿Y si empiezas hoy? Una sonrisa. Una planta que regar. Una palabra amable. Pequeñas semillas... que, un día, cambiarán el panorama. Creemos que cada gesto cuenta. Porque cuidar la vida significa elegir amar más.
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