Década de 1970: Los comienzos de una visión inspirada
Década de 1970:
Jean-Michel y Jane Rousseau descubren la comunidad de la Palabra de Dios en Ann Arbor. A su regreso, la Comunidad de Poitiers, llamada "l'Aventure", tomó forma en el número 41 de la rue de la Tranchée.
1974:
Fundación oficial de la Comunidad Cristiana de Formación (CCF) en Poitiers.
Objetivo: formar jóvenes adultos para que florezcan en todas sus dimensiones, humana y espiritual.
1979:
Regreso comunitario: el CCF ya reúne a 250 jóvenes en Poitiers.
Los pilares de la comunidad: oración, formación, vida comunitaria, radicalidad por Dios.
Década de 1980: Despliegue internacional y diversificación
1980
Primer fin de semana del CCF organizado en Chile, tras el encuentro entre Jean-Michel Rousseau y Domingo Santa María.
Inicio de actividades en Bruselas.
1981:
Llamamiento de Monseñor Patient Redois, obispo de Natitingou, para fundar misiones en Benín.
Expansión en África con implantaciones en Togo y Burkina Faso.
1983:
Creación de Cristianos para la Ciudad Nueva (CCN), una dinámica orientada a apoyar a los responsables de la sociedad.
Desarrollo de proyectos diversificados:
Renovación rural.
Campamento para adolescentes “Triunfar en la vida”.
1987:
Creación del Centro Los Almendros en Santiago de Chile, centro de acogida de la Iglesia y la sociedad.
1990-2024: Refundación e influencia
En 1991 el fundador tuvo que abandonar el movimiento tras el descubrimiento de abusos sexuales y fenómenos de control en el contexto del apoyo espiritual o laboral. Esta salida desencadenó una gran crisis en la comunidad.
Los años siguientes estuvieron marcados por una relectura de este período, sostenida por la Iglesia, con varias comisiones de trabajo, acompañadas por teólogos y líderes de la Iglesia. Este trabajo de discernimiento y clarificación de la gracia recibida comunitariamente, más allá de la iniciativa tomada por un fundador, ha permitido, bajo el liderazgo de Gérard Testard, presidente de 1991 a 2008 y un nuevo Consejo, realizar una renovación institucional.
Fruto de la colaboración con varios obispos, Fondacio ha reforzado sus vínculos eclesiales y ha sido reconocida como asociación diocesana privada de fieles según el derecho diocesano por el Obispo de Versalles en 1995, y luego según el derecho pontificio por el Vaticano en 2008. El trabajo realizado y las nuevas modalidades de gobernanza han contribuido a generar un nuevo impulso misionero en todo el mundo.
Arrojar luz sobre la historia de nuestro movimiento y permitir que las víctimas de abuso de poder salgan de su silencio y hablen es un firme deseo de la institución. Tras un largo periodo de preparación, en diciembre de 2020 se puso en marcha una unidad de escucha independiente y una primera comisión de estudio, con información enviada a todos los directivos de Fondacio y a un cierto número de personas implicadas en 1991. De este modo, los primeros testimonios llegaron a conocimiento de los directivos de Fondacio y la gente empezó a hablar.
En 2022, Fondacio se unió a la Comisión de Reconocimiento y Reparación (CRR) con el fin de contar con una mediación para el reconocimiento y reparación de las víctimas de abuso sexual que acudan a este organismo. En marzo de 2024 se creó una comisión de estudio independiente y sus conclusiones se entregarán en junio de 2026.
El modo de funcionamiento se vuelve más colegial gracias a la nueva gobernanza. Se implementa a través de Congresos que reúnen a delegados de todos los países donde Fondacio está presente. Estos Congresos, organizados cada cinco años, fomentan la diversidad del movimiento y las acciones en colaboración con los equipos locales.
Promueven también la unidad del movimiento en todo el mundo, en particular mediante la elección de un presidente y de un consejo de Fondacio, y mediante el discernimiento de las orientaciones prioritarias votadas para cada cinco años.
El desarrollo del apostolado a nivel global, fruto de raíces espirituales y eclesiales, dio lugar al reconocimiento de Fondacio como asociación internacional privada de fieles de derecho pontificio ad experimentum en 2008 por parte del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, y luego definitivamente en 2015.
En julio de 2016, Fondacio llevó a casi 500 jóvenes, creyentes y no creyentes, a la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia (Polonia), procedentes de 22 países de 4 continentes, donde Fondacio está presente. Fue una aventura internacional llena de encuentros y momentos destacados. Los jóvenes de Fondacio participaron en el fervor de este encuentro con SING'UP, ¡un coro callejero que incendió las calles de Cracovia! Los jóvenes pudieron avanzar en su camino de fe y salir con él.
Fondacio es una comunidad “una y diversa”. Es un movimiento extremadamente descentralizado que valora la autonomía de los territorios interconectados, tanto en términos de iniciativa como de gobernanza. También existe siempre una preocupación por la aculturación, por soluciones adaptadas a las necesidades y al desarrollo de los territorios y de las personas que los habitan.
En el último congreso internacional, la visión para los próximos 5 años se centró en apoyar y formar agentes de cambio para afrontar los desafíos actuales, y en particular la salvaguarda de nuestra casa común.
En Pentecostés de 2019, el nacimiento de CHARIS, servicio querido por el Papa Francisco, da un nuevo impulso a la renovación carismática, “una corriente de gracia del Espíritu para toda la Iglesia”. Es también una oportunidad para Fondacio de fortalecer su carisma al servicio de la fraternidad humana y al servicio de los pobres, aquellos que tienen mayores necesidades físicas y espirituales.
La celebración del 50 aniversario de Fondacio será sin duda un momento de evaluación, renovación, agradecimiento y bienvenida a los próximos 50 años.
Fondacio se encuentra en un momento especial de su historia con el próximo 50 aniversario. Seamos juntos los constructores del mundo del mañana.
