Nuestro objetivo
Nuestro objetivo
La razón de ser de Fondacio es formar y apoyar a los constructores de un mundo más humano y más justo, pensando en las generaciones jóvenes. Esta ha sido su identidad desde el principio: el surgimiento de vocaciones para un mundo nuevo.
Constructores de un mundo más humano y más justo
En poco más de 45 años, Fondacio ha experimentado un rápido desarrollo y diversificación. Su misión se ha desplegado en una veintena de países, abriéndose a la pluralidad de culturas, tendiendo puentes entre muy diferentes estratos sociales, lanzando una mirada de esperanza al mundo, formando personas apasionadas y comprometidas por el bien de la humanidad. .
Fomentar las vocaciones de constructores de un mundo más humano y más justo.
Fondacio, en diferentes continentes, en Asia, Europa, África y América Latina, lleva a cabo proyectos de desarrollo y solidaridad en varias áreas: educación, salud, social y desarrollo sostenible, con también un conjunto de programas que apoyan y equipan a los futuros constructores en tres dimensiones. :
- Dando sentido a tu vida, con medios de formación personal y profesional.
- Vivir relaciones de solidaridad, cooperación y asociación que nos permitan valorar y aunar talentos para un impacto mayor, más fuerte y más duradero.
- Participar en proyectos para traer nuevas soluciones para un mundo más fraterno.
Acercar propuestas a los desafíos de nuestro tiempo
Vivimos en un mundo convulso que se vuelve cada vez más complejo y acelerado. Esto a veces parece amenazante, especialmente en temas como la ecología y el clima. Al mismo tiempo surgen nuevas oportunidades, fuentes de esperanza en la búsqueda de sentido. Es así como Fondacio aborda tanto este contexto de cambio como la necesidad de responder a los desafíos de hoy apoyando y capacitando a los actores del cambio.
En todo el mundo, muchas propuestas se integran lo más estrechamente posible con las expectativas y los problemas locales.
Encuentra todas nuestras acciones en el menú ” Nuestras acciones “
Comprometerse hoy para construir el cambio del mañana
Involucrarse con los jóvenes: Las nuevas generaciones están en el corazón del futuro y es con ellos y para ellos que debemos actuar primero. Están en el corazón de los sistemas que ofrece Fondacio en un enfoque intergeneracional.
Comprometerse como actores del cambio: Permitir que todos contribuyan a vestir su propio color, ser portadores de soluciones o influir en decisiones basadas en valores compartidos para un bien común.
Participar en experiencias piloto: Se desarrollan proyectos piloto y acompañan los logros o la búsqueda de soluciones orientadas al desarrollo sostenible. En todos los continentes, las incubadoras de cambio e innovación trabajan para una mejor convivencia y para la salvaguardia de la casa común.
Algunos ejemplos significativos: Sichem en Togo, L’Esvière en Angers, L’Ermitage en Versalles, Oasis cerca de Bogotá, Los Almendros en Santiago…
Fondacio sigue en camino
Fondacio nació en 1974 a raíz del Concilio Vaticano II y de la dinámica de apertura al mundo que inculcó en la Iglesia. En misión en una veintena de países, los hombres y mujeres de Fondacio quieren promover una espiritualidad de la amistad basada en el Evangelio.
Reconocida por la Iglesia Católica ( estatutos canónicos de derecho pontificio ), la asociación se esfuerza por desarrollar vínculos ecuménicos con las Iglesias ortodoxa y protestante.
Como nuestro logo, todos están llamados a ser una chispa en el corazón del mundo. Una chispa de cambio.
"Cristianos para el mundo" ha sido el lema de Fondacio desde sus inicios en 1974.
Testigos de la espiritualidad nacida de los Evangelios, los miembros de Fondacio despliegan múltiples iniciativas que son caminos de transformación y conversión, de oración y de compartir con los demás, y de compromiso activo por una mayor justicia y humanidad.
Las tres dimensiones en las que se ejerce el carisma de Fondacio desde el Evangelio se expresan en su ADN: ser uno mismo, estar con, ser para. Estas son tres dinámicas de vida.
Todas las propuestas de Fondacio pretenden acompañar a las personas en su búsqueda de sentido, relaciones auténticas o compromiso, a partir de estas 3 dinámicas. Son los componentes fundamentales e inseparables que riegan toda la oferta y acciones de Fondacio.
Celebrando nuestras diversidades en todo el mundo
En el centro de todo está la apreciación de los encuentros y el diálogo interculturales e interreligiosos. El valor del diálogo y la diferencia como activos para actuar juntos pretende que las diferencias no sean factores de reducción sino de aumento y mayor provecho en beneficio de todos y de la comunidad.
La mentalidad abierta de Fondacio es clave para su funcionamiento. No es una comunidad con un marcado componente identitario o que encierra. Cualquiera, sean cuales sean sus convicciones, puede encontrar lo que busca y puede involucrarse.
Dentro de Fondacio hay varias culturas de Oriente a Occidente, varias confesiones, ortodoxas, protestantes, católicas… También hay otras personas, sin etiquetas religiosas, que se encuentran, dialogan y actúan juntas. La finalidad de nuestros encuentros es abrir de par en par nuestro corazón a las periferias del mundo, y dejarnos emocionar para escuchar mejor las llamadas y los gritos, las esperanzas y las angustias, las alegrías y las tristezas de los hombres y mujeres de hoy, hoy, y más particularmente de los más frágiles.
Como afirma San Agustín, ” el amor fraterno es Dios mismo “ . Es el corazón palpitante de Fondacio el que desea testimoniar cada vez más este amor. La fraternidad se vive como compañía, fuente de apoyo, de aliento, de desafío e incluso de cocreación. La fraternidad es la meta y también el camino de la aventura humana, nuestro camino. Fondacio propone vivir y avanzar juntos en este camino común, abierto a todos.