¿En qué se convierten? La palabra a los ancianos.
“Mi esposa siempre dice que nunca se hubiera casado conmigo antes de CIRFA”.
Pierre Laloux siguió la formación OPEN en 1990. ¡Fue hace treinta años…! En ese momento, IFF Europe se llamaba CIRFA y tenía su sede en la Costa Azul. Encuentro con este anciano que nos invita a un viaje en el tiempo.
¿Qué te llevó a seguir formándote en CIRFA?
Después de siete años de formación musical muy densa y dos años de especialización, tuve la impresión de entrar en un callejón sin salida. Necesitaba encontrar significado en todo lo que estaba haciendo. Después de una presentación de CIRFA en julio de 1989, decidí unirme a esta escuela en Biot, cerca de Antibes, y me quedé allí durante dos años.
Era entonces el comienzo mismo de CIRFA…
Sí. En ese momento, el curso ofrecido era diferente de un año a otro. El CIRFA se fue construyendo año tras año.
¿Qué te marcó en ese momento?
Dos cosas fueron decisivas para mí: la vida comunitaria donde nos dijimos la verdad, y una sesión de formación humana (organización PRH) donde recibí una grilla de lectura para conocerme. Aquí es donde pude poner palabras a la realidad de mi ser interior, de mi “templo” interior. Este aprendizaje sigue siendo un apoyo hoy en día. En ese momento, la dimensión artística del CIRFA era importante; Yo que había recibido una formación musical muy clásica, aprendí a abrirme a otras músicas ya vivirlas más en unidad cuerpo-alma-espíritu; de una manera menos cerebral.
¿Te ha transformado tu paso por CIRFA?
Sin duda. Mi esposa siempre me dice que nunca se hubiera casado conmigo antes del CIRFA… El CIRFA me ayudó a tomar los medios para progresar internamente y abrirme más.
¿Cuál es tu mejor recuerdo de tu paso por el CIRFA?
¡No hay uno sino varios! Por ejemplo, en las dos clases éramos de varias nacionalidades, una riqueza que me permitió descubrir nuevas canciones en diferentes idiomas, ¡y luego qué ambiente! También recuerdo haber animado y supervisado a una veintena de jóvenes para un espectáculo de cantos y bailes, estilo Vida y luz, frente a un público de casi 1000 personas. Y cómo no evocar estos momentos en los que agotaba todo mi acervo de lágrimas durante los acompañamientos personales… Una verdadera “limpieza” posible gracias a la benevolencia y la competencia del acompañante.
Después de CIRFA, ¿qué hiciste?
Tomé entrenamiento vocal en los Estados Unidos durante un mes. Fue beneficioso para mí porque cuando regresé a casa encontré un trabajo como cantor, organista y director de coro en una parroquia, trabajo que estoy realizando actualmente. He sido formadora de canto para animadores de centros al aire libre, he dado clases de flauta dulce, he dado clases de música en clases de niños disléxicos y disfásicos. Durante quince años he estado trabajando a tiempo parcial en Fondacio Bélgica, donde estoy particularmente involucrado en lo que se refiere al canto y la animación espiritual. Animo tiempos de formación en el canto litúrgico y participo en la grabación de cantos espirituales.
¿Cuál es su consejo para los estudiantes actuales de IFF Europa?
Aprende a escuchar tu intuición, tu pequeña voz interior. No dudes en realizar diversas experiencias profesionales pero sin forzar. Ten curiosidad por todo y sobre todo no olvides sorprenderte.
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